Cómo cada año el 1 de Octubre se celebra el Día Mundial de las Personas Mayores. con el objetivo de que se preste mayor atención a las necesidades de las personas de edad y a muchos de los problemas a los que se enfrentan.
En España, algo más de 8,3 millones de personas tienen 65 años o más y se prevé que en 2050 la cifra llegue a los 16,45 millones, lo que significa que más de la tercera parte de los habitantes en nuestro país superará en 2050 los 65 años.
Entre otros motivos este envejecimiento de la población española se debe al aumento de la esperanza de vida, que en nuestro país se sitúa en torno a los 83 años, dato que coloca a España en el podio mundial de países con mayor esperanza de vida.
Desde la FMM consideramos que el envejecimiento poblacional supone uno de los principales retos de nuestra sociedad y de nuestro tiempo, ya que implica una importante transformación social y económica de nuestro país, Por ello, es de capital de importancia que se trabaje desde todas las instituciones para fortalecer el ejercicio de los derechos de las personas mayores, favoreciendo el envejecimiento activo y saludable, algo que debe completar la vida activa e independiente de nuestros mayores y la solidaridad intergeneracional, premisas que tienen que entenderse como una prioridad en el desarrollo de políticas sociales en el presente y en el futuro.
Las instituciones se tienen que ir preparando paulatinamente para poder cubrir todas las necesidades que necesiten nuestros mayores cuando llegue el momento en el que un tercio de la población sean mayores de 65 años. Un dato que sabemos desde ahora no puede ser una sorpresa cuando llegue el momento y no habrá excusa si en ese momento las instituciones no tienen los recursos necesarios.
Por otro lado, desde la FMM queremos poner en valor el impacto positivo e innegable que supone el mantenimiento de las pensiones, especialmente en la reducción del índice de riesgo de exclusión social de personas mayores de 65 años, descenso que viene ocurriendo en nuestro país desde el año 2011. Además, es fundamental mantener el refuerzo de la atención a personas de mayor vulnerabilidad a través de subvenciones del IRPF.
No seríamos una sociedad justa si no somos capaces de reconocer la imprescindible aportación y utilidad que nuestros mayores hacen a toda la sociedad, siendo un pilar elemental para sus familias, para sus comunidades y para nuestro país. Nuestros mayores han sido y siguen siendo parte esencial de nuestras vidas, un sustento y apoyo fundamental especialmente en momentos de crisis. Han formado parte de nuestra educación y desarrollo, de la transmisión de valores, costumbres y tradiciones y han sido el fundamento de nuestros hogares y de nuestra nación.
Por todo ello, como sociedad les debemos, como mínimo, el derecho a vivir de forma digna, a ser independientes, a facilitar su participación en todos los aspectos de la vida social, económica, cultural y política y por supuesto, a mantenerse activos incluso desde el punto de vista laboral.
Y no nos olvidemos de la soledad no deseada en personas mayores que es un problema creciente en nuestra sociedad, que va más allá de la simple falta de compañía. Se trata de un sentimiento de aislamiento y desconexión social que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de nuestros mayores.
Abordar la soledad no deseada en las personas mayores requiere un enfoque integral y de una implicación multidisciplinar, una combinación en la que podemos encontrar una serie de actividades y estrategias que nos pueden ayudar a fomentar la inclusión social en la vejez y a prevenir o erradicar la soledad no deseada en personas mayores.